¿No habéis notado que cada vez hay más startups? Sí, seguro que sí. Seguro que estáis hartos de que hasta el hijo de la portera está montando su startup. Sí… va a vender las madalenas de su madre por internet.
Hoy me he levantado con ganas de ganarme enemigos. Así que, vamos a poner las cartas sobre la mesa.
No estás montando una startup
Asúmelo. Tu idea no es una startup…
No, no, espera… vamos un paso más atrás
¿qué diablos NO es una startup?
Casi toda la gente que habla de su startup está hablando de poner en marcha un proyecto de internet.
Mal.
Borra la palabra proyecto y empieza a pensar en negocio. Las palabras importan… «negocio» lleva asociados conceptos como ingresos, gastos, costes… que en «proyecto» quedan ocultos.
Bien, entonces digamos que estás montando un negocio en internet. Eso es algo difícil y muy loable, no dejes que nadie te quite la idea de la cabeza.
Pero todavía no es una startup. De la misma forma que la cafetería de mi barrio no es un Starbucks, tu negocio puede no tener la escala suficiente. Insisto, puede ser un negocio perfectamente rentable… pero no tiene la capacidad de crecer órdenes de magnitud en muy poco tiempo. Es una pyme.
Alguno estará pensando «¿Starbucks es una Startup?». No, por supuesto que no. Ya no, al menos. Es una empresa establecida, con dinámicas de negocio muy diferentes a una startup. Digamos que ser una startup es, también, un estado mental. O una fase del negocio. Igual que un emprendedor es algo diferente a un empresario (o un creador es distinto a un gestor), una empresa establecida es algo diferente a una startup.
Ok, ok… ya oigo a mis colegas técnicos desde detrás de sus pantallas… «nosotros somos pequeños e innovadores, estamos desarrollando un algoritmo revolucionaria que va a cambiar el estado del arte».
Aquí puede que te hayas «pasado de frenada» (puede que no, piénsalo friamente). Si lo que tienes va a revolucionar el status quo tanto como crees, es muy posible que ni siquiera tengas un mercado. Así que, aunque en teoría podrías multiplicar el valor de tu empresa, en la práctica seguramente sea difícil encontrar los clientes necesarios.
En este caso, es probable que tu empresa funcione mejor con subvenciones de I+D+i, o como una rama dentro de otra empresa. Quizá sí seas una startup, pero tu inversión en marketting será tan grande, o mayor, que la tecnológica. Espero que lo hayas incluido en tus cálculos. Y cuidado con no estar cultivando un mercado para que lo coseche algún otro…
Entonces, una startup, ¿qué es?
Me voy a lanzar con mi definición… ajustándola un poco a internet y a España.
- Es un negocio: te lo tomas en serio, piensas no sólo en la parte técnica (la más fácil… a veces hasta irrelevante).
- No es un hobby: Repito… te lo tomas en serio. Aunque quizá tengas que hacer otras cosas para poder pagar el desarrollo de la empresa (sobre todo si decides no buscar inversión), esas otras cosas son un mal necesario.
- Es «el siguiente paso lógico»: Lo que plantea la startup debe ser comprensible (o mejor: obvio) una vez que te lo cuentan. No puede ser un salto demasiado grande que se anticipe a las necesidades reales, ni algo que repita lo que ya es mainstream.
- Puede fallar: Una Startup está empujando los límites de los modelos de negocio y/o soluciones existentes. Quizá vaya en la dirección correcta, quizá no. Se mueve en un entorno incierto y todo puede pasar. Por eso te lo tomas en serio. Hay riesgo real de perder dinero y quedarte en el paro… no esperes que el estado te proteja.
- Es invertible: independientemente de que aceptes o no inversión, las oportunidades reales de crecimiento deben ser jugosas.
En otros paises/entornos seguramente mi lista de características sería distinta. Por ejemplo, la inversión en revoluciones no es destacable en España. Y lo de «el siguiente paso lógico» seguramente no sea tan evidente para industrias como la ingeniería biomédica.
¿Y tengo que ser una startup?
No, por supuesto que no.
La mayoría de los negocios que hay sobre el planeta no son startups. Generan ingresos y beneficios. Dan empleo estable a millones de personas. Hacen que el mundo siga en marcha.
Si tienes la intención de montar una tienda online, ¡estupendo! (dicen que el ecommerce por fin despegará este año). Pero lo tienes muy difícil para convertirte en un Amazon o un Etsy.
Si vas a montar una consultora en informática, te puede ir genial. Pero estarás siempre limitado por las personas cualificadas que puedas encontrar (aunque algunas consultoras sí que son capaces de conseguir inversión).